Los dos San Juan (invierno y verano) representan los dos solsticios en la tradición cristiana. La Logia de San Juan es una imagen del Cosmos, cuyos límites están representados por los dos solsticios (literalmente, puntos de detención del Sol), figurados por los San Juan: el Bautista para el verano, el Evangelista para el invierno.
En relación con los dos San Juan y su simbolismo solsticial, es interesante considerar este símbolo: Un círculo con un punto en el centro, comprendido entre dos tangentes paralelas; tangentes que se dice representan a los dos San Juan. El círculo es aquí la figura del ciclo anual, y su significación solar se hace, por otra parte, más manifiesta por la presencia del punto en el centro, pues la misma figura es a la vez el signo astrológico del sol; y las dos rectas paralelas son las tangentes a ese círculo en los dos puntos solsticiales, señalando así su carácter de "puntos límite", ya que estos puntos son, en efecto, como los límites que el sol no puede jamás sobrepasar en el curso de su marcha; y porque esas líneas corresponden así a los dos solsticios puede decirse también que representan por el mismo motivo a los dos San Juan.
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